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China, la esperanza en la economía mundial
La economía internacional vive uno de sus momentos más difíciles, a la espera de que los reportes del PIB entre abril y junio confirmen lo que se ha venido adelantando: la caída en el segundo trimestre será la peor en décadas para algunos, e incluso más dramática para otros. Pero, en medio de este desplome, China muestra una tímida esperanza al crecer 3,2% interanual en este periodo.
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El Fondo Monetario Internacional (FMI) espera que el PIB global presente una contracción de 4,9% en el 2020, un dato que asciende hasta el 8% en el caso de Estados Unidos y de 10,2% en la eurozona.
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Y solo en el segundo trimestre, el panorama será peor. Estados Unidos se espera que supere un desplome de 10%, Reino Unido entre marzo y mayo registró su peor recesión en 300 años y otros países europeos también tendrán cifras de dos dígitos.
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Frente a esto, el gigante asiático, en su PIB del segundo trimestre, no solo volvió a crecer en un periodo en el que son muy pocos los países que lo lograrán, sino que además superó entre 1% y 1,5% las previsiones que tenían los analistas.
Además, otro dato que llama la atención es que mientras que en el primer trimestre el desplome fue de 10%, el avance en el segundo frente a ese periodo fue de 11,5%, por lo que recuperó lo que perdió en el inicio de este año.
Eso sí, no falta decir que este crecimiento de 3,2% y el 1% que el FMI espera para China en 2020 están muy lejos del 6,1% que el país registró en el 2019, que ya de por sí fue el resultado más reducido en décadas.
Como explica Alejandro Reyes, economista principal de BBVA Research, hay varios factores detrás de este comportamiento. “En primer lugar, China tuvo su ciclo de la pandemia más temprano y le afectó menos, por lo que febrero fue su peor mes y ahí empezó a mejorar.
Lo segundo tiene que ver con que Asia ha tenido un menor efecto porque tenía sus esquemas de respuesta mejor preparados, y la actividad de la región permaneció mejor. Y tercero es por el tipo de productos que vende, muchos son básicos y ese comercio ha seguido funcionando”.
Esto supone que el impacto de China se sintió especialmente en los datos del primer trimestre, mientras que en el resto de economías se verá en mayor medida en el segundo.
AYUDA PARA EL RESTO
Como afirman los expertos, la mejora en la economía de China no solo supone una buena noticia para su país, sino que por la importancia que tiene en la actividad global, supone una ayuda para el resto.
Según Reyes, “la reactivación, aun cuando gradual, ha ayudado a incrementar la demanda de petróleo que de la mano de la restricción en oferta de la Opep y otros países. En parte esto ha ayudado a moderar la presión cambiaria y contribuye a mejorar aspectos en términos de ingresos”.
No obstante, como apunta Juan David Ballén, director de estudios económicos de Casa de Bolsa, los efectos tardarán en verse. “La recuperación va a ser gradual y lenta, en especial en los precios de commodities como petróleo y cobre.
De hecho, ellos aumentaron de forma importante sus inventarios aprovechando los precios bajos, y eso ya subió la demanda. De aquí al mediano y largo plazo, lo importante será que no solo China, sino que cuando el resto de economías empiecen a registrar mayores actividades por las reaperturas, se verán más mejoras”.