Los documentales de la masacre de Tulsa abordan un capítulo trágico de la historia estadounidense
POR
JONATHAN LANDRUM JR., ESCRITOR DE ENTRETENIMIENTO
LOS ÁNGELES (AP)
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Varios realizadores de documentales, algunos respaldados por superestrellas de la NBA, están arrojando luz sobre la históricamente ignorada masacre de Tulsa Race de 1921, una de las tragedias más horribles de la historia de Estados Unidos.
LeBron James y Russell Westbrook se encuentran entre los que publican documentales basados en la masacre por motivos raciales. Los proyectos se producen durante el centenario de la masacre en Greenwood, un distrito comercial y barrio residencial de propiedad negra en Tulsa, Oklahoma.
Cada documental profundiza de manera única en cómo la próspera comunidad de Greenwood, apodada Black Wall Street debido a la cantidad de negocios propiedad de negros, fue diezmada en un ataque de dos días por una mafia blanca. Posteriormente, al menos 300 personas negras murieron. Más de mil casas fueron quemadas y otras saqueadas, dejando a aproximadamente 10,000 residentes desplazados y sin hogar y el distrito comercial negro destruido.
“Esto tiene que ver con que los afroamericanos sean expulsados sistemáticamente de sus tierras con activos y propiedades destruidos”, dijo Stanley Nelson, quien codirigió “Tulsa Burning: 1921 Race Massacre” con Marco Williams. Westbrook, quien anteriormente jugó con el Oklahoma City Thunder, es un productor ejecutivo del documental que se transmite el domingo en el canal History.
National Geographic, CNN y PBS también debutarán documentales. Otro documental, “Black Wall Street”, está siendo distribuido por Cineflix Productions, pero ninguna cadena lo ha recogido todavía.
Nelson dijo que todos los proyectos son muy necesarios e importantes, especialmente con la conmemoración de la masacre que se acerca al primer aniversario del ajuste de cuentas racial del año pasado provocado por la muerte de George Floyd. (Un ex oficial de policía de Minneapolis ha sido condenado desde entonces por asesinar a Floyd).
“Creo que cuanto más se pueda sacar a la luz la historia (de Greenwood), mejor”, dijo Nelson, ganador de un Emmy. “Estoy seguro de que cada película será totalmente diferente. Creo que aquí hay un momento especial”.
La directora Salima Koroma dijo que la historia debería contarse más de una vez. Lanzó su documental sobre la masacre de Tulsa a algunas redes hace casi cinco años, pero no atrajo interés porque cree que los “guardianes” no estaban listos para darle la bienvenida a la historia.
Finalmente, el proyecto de Koroma encontró un hogar con The SpringHill Company de James y Maverick Carter. Ella cree que la superestrella de Los Angeles Lakers y la asociación de Carter jugaron un papel importante en impulsar el proyecto.
“Solo tenía que enviarlo a los guardianes adecuados”, dijo Koroma, director de “Dreamland: The Burning of Black Wall Street”, que se transmite el lunes en CNN y luego se transmite en HBO Max.
“Ellos ven que tenemos que contar historias negras”, dijo. “Ahora todo el mundo está luchando por contarlo. Finalmente, cuenta estas historias. Creo que eso es lo que está pasando”.
Algunos cineastas dijeron que la historia era difícil de contar porque gran parte del contenido ya no existe.
“Entonces, ¿cómo se puede contar un largometraje documental? … Ahora la gente está poniendo los recursos para hacer más que solo las fotos”, dijo Koroma. “Puedes hacer animaciones o gráficos. Es difícil de decir. Pero con todos nuestros poderes combinados, podemos contar esta historia “.
La historia de la masacre de Tulsa había sido en gran parte olvidada o desconocida para algunos hasta que las series de HBO “Watchmen” y “Lovecraft Country” arrojaron luz sobre la oscura tragedia de los últimos dos años. Courtney B. Vance y la compañía de producción de Angela Bassett firmaron recientemente un acuerdo con MTV Entertainment Studios para producir una serie limitada con guión sobre la masacre.
La reportera DeNeen L. Brown, quien aparece en dos documentales, dijo que todos los proyectos que relatan la masacre son necesarios con fines educativos, ya que dice que la mayor parte quedó fuera de los libros de texto, periódicos y publicaciones periódicas de la biblioteca. La nativa de Oklahoma dijo que incluso su padre, que es pastor en Tulsa, nunca supo de la masacre hasta finales de la década de 1990, cuando se formó la Comisión contra los disturbios raciales de Tulsa.
“Los sobrevivientes blancos de la masacre dejaron de hablar de eso”, dijo. “Los sobrevivientes negros sólo murmuraron sobre ello, porque había un temor real entre los negros de que pudiera volver a suceder, y sucedió en otros lugares”.
Cuando era una niña curiosa, Brown dijo que se enteró de la masacre después de leer sobre la historia de los negros esclavizados en la escuela. Dijo que los proyectos que relatan la masacre también pueden ser educativos.
“Se convertirá en algo que la gente y los niños en edad escolar aprenderán”, dijo Brown, un reportero del Washington Post que ha escrito más de 20 artículos sobre la masacre. Entrevistó a los descendientes de los residentes y dueños de negocios de Greenwood en el documental de PBS “Tulsa: The Fire and the Forgotten”, que se transmitirá el 31 de mayo.
Brown informará sobre la búsqueda de fosas comunes en “Rise Again: Tulsa and the Red Summer” de National Geographic, que se estrena el 18 de junio. Dijo que los documentales como el suyo deben ser contados tanto como los de la Revolución Estadounidense. Guerra y Primera y Segunda Guerra Mundial.
“(La masacre de Tulsa) no es conocida por la comunidad en general, ciertamente no es conocida por los blancos estadounidenses”, dijo Jonathan Silvers, quien trabajó con Brown como director del documental de PBS. “Creo que la experiencia de los afroamericanos se ha visto ensombrecida. Nosotros, los estadounidenses blancos, no tenemos idea. Esa violencia histórica proyecta una sombra muy larga”.
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