Tratamiento médico para las callosidades


Las callosidades son durezas que tienden a aparecer en los pies y las manos. Aunque no suelen causar complicaciones, son antiestéticas y pueden ser incómodas. Descubre cómo tratarlas. 

Tratamiento médico para las callosidades

Las callosidades son crecimientos en la parte más externa de la piel. También se conocen con el nombre de «helomas» y son una condición bastante molesta. El punto es que no solo afectan la estética, sino que también son incómodos y, algunas veces, dan lugar a lesiones.

En la mayoría de los casos, aparecen en zonas como los pies y las manos. También tienden a localizarse entre los dedos, por lo que se conocen de forma popular como «ojos de pollo». De cualquier modo, todos se caracterizan por hacer que la piel luzca engrosada y anómala.

Además, estos engrosamientos se tornan escamosos y secos. Aunque no suelen causar mayor molestia, hay quienes experimentan dolor cuando la área afectada sufre algún tipo de presión. Incluso, es posible que lleguen a agrietarse y sangrar. Por fortuna, hay un tratamiento médico para mejorarlos.

¿Qué son las callosidades y por qué se producen?

Las callosidades son un excesivo crecimiento de la capa córnea, que es la más externa de la piel. Esto se debe a una fricción o sobrecarga continua. La consecuencia de esto es una condición llamada «hiperqueratosis», que significa un área de la piel dura y gruesa.

La presión y el roce con un elemento externo son su causa principal. Lo habitual es que esto ocurra en los pies por usar un calzado inadecuado. En las manos, por su parte, suele originarse por el uso continuado de algún elemento que genera presión.

Ese engrosamiento de la piel tiene una función protectora. El organismo reacciona a la presión y al roce, lo que genera más células para que se forme esa capa dura. A veces, las callosidades también salen debido a los juanetes u otras deformaciones de los pies.

¿Qué son las callosidades y por qué se producen?
Las callosidades tienden a aparecer por la constante fricción de la piel contra algún material, como el de los zapatos, por ejemplo.

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Tipos de callosidades

Existen tres tipos básicos de callosidades. Son los siguientes:

  • Callos duros. Son los más comunes y se caracterizan por tener una consistencia compacta. Aparecen con más frecuencia en los pies.
  • Callos blandos o suaves. Tienen consistencia gomosa y es más frecuente que salgan entre los dedos de los pies.
  • Callos vasculares y neurovasculares. Son similares a los callos duros, pero en su interior hay vasos sanguíneos. En los neurovasculares hay tejido nervioso y suelen ser los más dolorosos.

Diagnóstico

La mayoría de las callosidades se pueden detectar a simple vista o al tacto. El engrosamiento y la dureza suelen ser su característica distintiva. Sin embargo, siempre es importante que un médico valore la situación, ya que a veces también hay otros problemas de fondo que se deben tratar.

El médico, por lo general un podólogo, hará una exploración completa de la zona. Si lo considera necesario, ordenará una radiografía u otras pruebas por imagen. El objetivo es evaluar el estado de los huesos y determinar si hay alguna anomalía subyacente.

Tratamientos médicos disponibles para las callosidades

El principal tratamiento para las callosidades es evitar el roce o presión que ha dado origen al problema. Es importante reemplazar el calzado por uno más conveniente o trabajar con guantes apropiados, si los callos están en las manos.

A veces, es necesario el uso de plantillas o aditamentos similares para proteger la zona y evitar que salgan nuevas durezas. De otro lado, hay algunas medidas que se pueden aplicar, en especial si el callo es doloroso. A continuación, las detallamos.

Recorte del exceso de piel

El médico puede recortar la piel engrosada o el callo con un bisturí. Esta es una medida adecuada para acabar con la callosidad. Es importante tener en cuenta que este procedimiento lo debe hacer un profesional de la salud para que se efectúe de manera correcta y se evite una posible infección.

Medicamentos para los callos

En el mercado hay unos parches de ácido salicílico al 40 % – de venta libre -, que resultan muy eficaces para quitar los callos. Lo más conveniente es que el médico sea quien indique si esta es la medida adecuada para cada caso y de qué manera debe hacerse el tratamiento.

En ocasiones es conveniente limar la piel engrosada con una piedra pómez o una lima de uñas o de cartón, antes de aplicar el parche. También es posible que, en lugar de usar el parche, se recomiende un gel con la misma sustancia.

Plantillas

Las plantillas ortopédicas y hechas a medida pueden ser una buena alternativa para algunas personas. Lo común es que se indiquen para quienes tienen algún tipo de deformación en el pie. Actúan al evitar el roce o la presión del calzado.

Cirugía

No es algo común, pero en algunos casos hay que acudir a la cirugía. Esto ocurre cuando hay una malformación en el pie o la mano, y esta hace inevitable la fricción o la presión. Si se forma una ulceración o una infección, también es posible que sea necesario retirar el tejido dañado.

determinar si hay alguna anomalía subyacente. Tratamientos médicos disponibles para las callosidades
Hay muchos tratamientos posibles para las callosidades. Si no funcionan los productos de uso tópico, se recurre a una cirugía.

Descubre: Cómo quitar los callos de forma natural

Complementos naturales contra las callosidades

Hay algunos complementos naturales que también pueden ayudar en estos casos. Por ejemplo, algunos recomiendan colocar media cebolla en el área afectada, durante toda la noche. De acuerdo con la literatura popular, los ácidos de este vegetal ablandan el callo y facilitan su eliminación al limarlo con una piedra pómez.

Algo similar se puede hacer con dos dientes de ajo rallados y una cucharada de aceite de oliva. Se tapa con una gasa y se deja toda la noche. Se debe repetir este remedio hasta que las callosidades desaparezcan.

Otra buena opción es hacer una infusión de caléndula y mezclarla con sulfato de magnesio, también conocido como sales de Epsom. Luego se sumergen los pies en dicha mezcla para ablandar los callos. Lo mejor es hacer esto en la noche.

Tratamiento de las callosidades: ¿qué debes recordar?

Es muy importante eliminar la causa de las callosidades; de lo contrario, se pueden tratar una y otra vez, pero luego volverán a aparecer porque el factor que las origina sigue actuando. Por lo tanto, en primer lugar hay que determinar qué causa este problema.

Los remedios farmacéuticos para los callos deben utilizarse de forma correcta. Si no es así, el problema puede agravarse. Además, se pueden complementar con algunos remedios de origen natural. En cualquier caso, si hay dudas, lo idóneo es consultar al médico y seguir sus indicaciones.


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