En las diminutas islas Penghu deTaiwán, las bases de misiles instaladas junto a playas de arena blanca y bulliciosos mercados de pescado recuerdanla amenaza constante de un ataque de China.
A pesar de la enorme diferencia militar entre ambos bandos, muchos analistas opinan quela ubicación de Taiwán, su terreno inhóspito y el apoyo estadounidenseharían muy costosa, incluso demasiado, una invasión a gran escala de China.
La China comunista y Taiwánse separaron de facto en 1949, cuando las fuerzas nacionalistas derrotadas por Mao Tse-Tung se retiraron a esta isla.
Pero Beijing considera este territorio, ahora gobernado democráticamente,como una provincia propiay está determinado a recuperarlo algún día, por la fuerza si fuera necesario.
El récord de incursiones de aviones militares cerca de Taiwán yla retórica cada vez más agresiva bajo la presidencia de Xi Jinping han elevado los temoresde que China haga realidad esa advertencia.
El pasado fin de semana, el ministro chino de Defensa avisó que su país «no dudará en iniciar una guerra» si Taiwán se declara independiente.
«Si tuviéramos que enfrentarnos cara a cara militarmente, no tenemos ninguna opción«, admite a AFP el almirante retirado Lee Hsi-min, que dirigió las Fuerzas Armadas de Taiwán hasta 2019.
Perolos obstáculos de Rusia para tomar Ucraniason una advertencia para Beijing, a la vez que un ejemplo y una inspiración a Taipéi sobre cómo resistir a una invasión.
«Nuestros soldados aquí son todos taiwaneses y estarán luchando para defender su patria«, asegura Chen Ing-jin, historiador local en las islas Penghu»Esto marca la diferencia. Simplemente mira a Ucrania», añade.
Un terreno inhóspito
AFP
La principal ventaja de Taiwán es sugeografía.
Los asaltos anfibios son sumamente difíciles. Si China quiere invadir y retener la isla, debería mover a cientos de miles de tropas además de equipamiento por el estrecho de Taiwán.
Se trata de untrayecto de 130 kilómetrosen su punto más cercano y en unascondiciones meteorológicas notoriamente duras, con dos estaciones de monzones.
Esto deja apenas dos «ventanas de ataque»para una operación a gran escala, de mayo a julio y en octubre, según un informe del Colegio de Guerra Naval de Estados Unidos.
Además, esas aguas están salpicadas deislas periféricascomo las Penghu, equipadas con radares y misiles apuntando directamente al estrecho.
Con la posibilidad de una alerta temprana y el armamento que Taipéi tiene a disposición,el ejército chino sufriría importantes pérdidas en la primera fase de la operación, dice James Char, investigador en la Escuela Rajaratnam de Estudios Internacionales de Singapur.
Y si las pequeñas y llanas islas periféricas pueden ser fáciles de ocupar para Beijing, ocurre justolo contrario en la isla principal de Taiwán.
La costa allí «es el sueño de un defensor hecho realidad«, según Ian Easton, autor de «La amenaza de la invasión china».
Él y sus colegas estiman queTaiwán solo dispone de 14 pequeñas playas donde practicar un desembarcoque, además, están rodeadas de montañas, acantilados o una densa infraestructura urbana.
«Desembarcar en Taiwán es solo parte del problema«, dice a AFP Bonny Lin, directora del China Power Project del Centro de Estudios Internacionales y Estratégicos (CSIS).
Progresar a través de lasmarismas, lasmontañasy lassuperpobladas zonas urbanasde Taiwán requiere un amplio abanico de habilidades de combate y armas.
«¿Cómo se lo harán estas fuerzas una vez estén en posición y avanzando? ¿Cómo harán la logística?«, pregunta Lin, asegurando que es un «enorme desafío».
Armamento
China ha invertido billones en mejorar sus capacidades militaresen la última década y su superioridad teórica sobre Taiwán es aplastante.
ElEjército Popular de Liberación(EPL) dispone de un millón de efectivos terrestres contra 88.000 de Taiwán, 6.300 tanques contra 800 y 1.600 aviones de combate contra 400, según el Pentágono estadounidense.
Washington también calcula que China dispone dela mayor flota naval del mundo. Un informe reciente del Colegio de Guerra Naval de Estados Unidos asegura que estos barcos son «cada vez más sofisticados».
Pero para muchos expertos, incluidos Char y Lin, la pregunta essi sus capacidades son suficientes.
Harlan Ullman, asesor del Atlantic Council, escribió en febrero que «China simplemente carece de competencia y capacidad para lanzar una invasión anfibia a gran escala sobre Taiwán en el futuro próximo«.
A su vez, Taiwán planea cómo compensar la superioridad numérica china, conuna guerra asimétricaque se centre en la movilidad y en los ataques de precisión, destaca el almirante retirado Lee.
Sus Fuerzas Armadas han construido unbuen arsenal de bateríasde misiles móviles y armas de hombro, pero Lee asegura quenecesitan muchas más.
Respaldo estadounidense
EFE
El factor que más preocupa a Beijing esquién más puede involucrarse en el conflicto, señala a AFP el experto militar chino Song Zhongping.
Para él, la mayor dificultad en la invasión de Taiwán «radica en la potencial intervención deEstados Unidos. Es el mayor obstáculo a superar para el Ejército Popular de Liberación», dice.
Estados Unidos mantiene oficialmente una «ambigüedad estratégica» sobre si se involucrará militarmente en caso de invasión. Peroabastece a Taiwán con equipamiento military, desde su llegada a la Casa Blanca, el presidente Joe Biden ha repetido en varias ocasiones que intervendrá.
La «extensión, la profundidad y la amplitud» de la participación de Estados Unidos y otros aliados determinará en gran medida el desarrollo del conflicto, opina Song.
Algunos escenarios prevén que el EPL tome lasbases estadounidenses en el Pacíficopara socavar su capacidad de respuesta y hacer que Washington dependa de portaviones a gran distancia de su territorio.
Para contrarrestar esta amenaza, Beijing ha priorizado el desarrollo demisiles hipersónicos «mata-portaviones»y ha militarizado varios atolones en el disputado mar de China Meridional.
Pero un ataque contra las fuerzas estadounidenses provocaría represalias yarrastraría a los aliados de Washingtona un conflicto global.
Incluso sin una intervención militar, Char indica quela amenaza de sanciones económicas como las impuestas a Rusia puede hacer recapacitar al poder comunista.
Voluntad política
Otra cuestión fundamental essi China está dispuesta a asumir un importante balance de muertesque enturbie su imagen a nivel interior e internacional.
«China tiene que entender que sufrirá pérdidas tremendas y, aun así, puede que no sea capaz de ocupar Taiwán«, dice Lee. «Así, China pensará que la mejor manera de resolver el problema de Taiwán es por medios pacíficos», añade.
Hay un amplio abanico de opciones además de la invasión que Beijing podría emplear para poner de rodillas a Taipéi, incluyendo unbloqueo del estrecho de Taiwán, la anexión de las islas periféricas o la inhabilitación de sus sistemas militares y cibernéticos.
«China debe idearotras formulaciones o soluciones creativas de estrategia diplomáticapara declarar la unificación con Taiwán sin haberlo conseguido de hecho», dice Lin, del CSIS.
El analista chino Song asegura que Beijing ha dejado claro qué puede desencadenar una invasión: «El momento depende del comportamiento de los separatistas taiwaneses y de si insisten en defender la independencia de Taiwán«, afirma.
La isla de 23 millones de habitantes se inclina cada vez más porunaidentidad taiwanesa diferenciada de la China comunista, como demuestran las dos victorias electorales de la presidenta Tsai Ing-wen, que defiende la soberanía del territorio.
Lo ocurrido enUcraniano ha hecho más que reforzar estas visiones duras contra Beijing de cara a las próximas elecciones presidenciales previstas en 2024.
En un sondeo de mayo,un 61,4% de los encuestados aseguraban estar dispuestos a tomar las armas en caso de invasión.
La decisión última depende deXi Jinping, el líder chino más autoritario desde Mao que ha tenido un papel central en el miedo creciente a una invasión sobre Taiwán.
Xi está a punto de asegurar un tercer mandato sin precedentes este año. Y desde su llegada al poder, «ha habido un cambio total en el mantra anterior de paz y desarrollo» hacia Taiwán, dice Char.
Al contrario, el presidente ha impulsado el objetivo de«lograr algo magnífico y grande«, agrega el analista.
Como prueba, un discurso de 2019 sobre Taiwán, en el que Xi defendió que la unificación era «un requisito inevitable para el gran rejuvenecimiento del pueblo chino«.
La entrada Ante récord de incursiones militares y una retórica más agresiva: ¿Qué tan factible es que China invada Taiwán? se publicó primero en Red De Noticias .