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Sobrina de Trump afirma que el presidente hizo trampa en su examen final para ingresar a una buena universidad
Mary L. Trump es la primera representante de la dinastía que ha roto los lazos familiares para publicar un libro revelador.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, le habría pagado a alguien para que presentara en su lugar el examen estandarizado de admisión a una escuela universitaria, a fin de poder continuar sus estudios en una institución prestigiosa. Así lo afirma la sobrina del mandatario, Mary Trump, en un libro revelador que saldrá a la venta la próxima semana.
En ‘Too Much and Never Enough: How My Family Created the World’s Most Dangerous Man’ (Demasiado y nunca suficiente: cómo mi familia creó al hombre más peligroso del mundo), cuyo borrador obtuvo The New York Times, Mary Trump, psicóloga clínica, escribe que el actual inquilino de la Casa Blanca le pagó entonces a alguien para que le hiciera los exámenes SAT, que se aplican extensamente para la admisión universitaria en EE.UU.
Los altos resultados obtenidos en esas pruebas ayudaron al joven Donald Trump a ingresar a la prestigiosa escuela de negocios Wharton de la Universidad de Pensilvania. «El Sr. Trump a menudo se ha jactado de asistir a Wharton, a la que se refirió como ‘la mejor escuela del mundo’ y ‘cosa súper genial’», indicó el periódico neoyorquino.
En sus memorias, Mary no revela secretos explosivos sobre la actividad del mandatario durante su gestión —como lo hace el libro del exasesor de Seguridad Nacional John Bolton, lanzado el mes pasado—, pero aporta muchos curiosos detalles sobre el camino que llevó a Donald Trump al liderazgo de Estados Unidos e ilustra la tóxica dinámica que, asegura, se da en el seno de ese clan.
El padre de Mary, Freddy Trump, fue la ‘oveja negra’ de la familia, y abandonó el negocio familiar para convertirse en piloto de la aerolínea Trans World Airlines. Según The Times, para Donald la renuncia de su hermano representó una oportunidad que vio y aprovechó con éxito. Freddy murió de un ataque al corazón en 1981, a la edad de 42 años, después de batallar contra el alcoholismo. En uno de los episodios que salen en su libro, Mary afirma que la noche en que murió su padre, su familia lo envió solo al hospital y nadie fue con él.