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Se estanca el regreso de los capitales a la región
La inicio de la pandemia provocó la mayor espantada de flujos de capital de Latinoamérica en la historia, una tendencia que se empezó a normalizar en mayo, pero que meses después se ha estancado, sin mostrar una recuperación clara.
De acuerdo con el último informe del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por sus siglas en inglés), en agosto tan solo ingresaron US$700 millones de inversión de portafolio al conjunto de América Latina, de un total de US$2.100 millones que lograron atraer los mercados emergentes en este periodo.
Esta cifra también confirma la débil recuperación en cuanto a la entrada de flujos de capital a la región, pues mientras que en el pasado marzo se dio el desplome de US$28.200 que abandonaron los mercados latinos, más los US$2.300 millones de abril, en mayo ingresaron tan solo US$1.500 millones, en junio US$6.400 millones, en julio US$1.300 millones y los mencionados US$700 millones de agosto, lo que no compensa la fuerte salida en el comienzo de la pandemia de la covid-19.
Cabe destacar que a Colombia le ha ido peor que al conjunto de Latinoamérica, pues en febrero el promedio para la región fue positivo, mientras que en el país en ese mes inició la salida de capitales con la pérdida de US$464 millones, seguido por los US$634 millones de marzo y los US$715 millones de abril.
En mayo Colombia recuperó US$163 millones, pero pronto volvió a negativo con la salida de US$274 millones en junio, US$316 millones en julio y US$8 millones en agosto.
“Nuestros datos muestran que el repunte de los flujos a los emergentes es pequeño en comparación con las salidas a principios de año”, indica el IIF en su informe publicado ayer.
En cuanto a la diversificación de las inversiones en Latinoamérica, la mayor parte sigue entrando en renta fija, con US$675 millones, mientras que las acciones atrajeron solo US$63 millones en este lapso.
Como explica Juan David Ballén, director de investigaciones económicas de Casa de Bolsa, “esto se debe a que los países emergentes saldrán más perjudicados de esta coyuntura. Han elevado significativamente su endeudamiento, el precio de los commodities permanece bajo, y pese a la alta liquidez, hay un mayor riesgo al invertir en ellos y eso hace que la región no sea la más adecuada para destinar los recursos”.
Además, como agrega el experto, “en el caso de la renta fija, los emisores han bajado tasas a mínimos históricos, y eso hace que la rentabilidad no sea suficiente para el riesgo que se asume. En acciones, como las economías son tan poco diversificadas, no se han recuperado al mismo ritmo”.
De igual forma, Alejandro Reyes, economista principal de BBVA Research, apunta a varios factores: “evidenciamos una posición neutral en apetito por riesgo global por que se comienza a ver un incremento en casos. Además, pasamos por un periodo de bajo volumen en la mayoría de mercados por el periodo de vacaciones, y la incertidumbre política está regresando, en especial por los enfrentamientos entre China y EE. UU., lo que produce nuevamente una preocupación en los mercados sobre los riesgos en las tendencias de comercio mundial”.
En cuanto al resto del año, Reyes apunta que “creemos que habrá una calma en flujos y no veremos grandes entradas de inversionistas, salvo por factores muy puntuales como la inclusión de Colombia y Perú en unos índices globales”.