Cómo aplicar correctamente una inyección de insulina


La insulina es una hormona pancreática encargada de regular los niveles de azúcar en sangre. Esta es aplicada de forma exógena en algunas patologías metabólicas. ¿Te interesa conocer cómo aplicar correctamente una inyección de insulina? A continuación de contamos.

Su administración forma parte del protocolo de tratamiento de las personas que padecen diabetes tipo 1 y tipo 2. De esta forma, se busca reducir la carga de azúcar en sangre y evitar el estado hiperglicémico (exceso de glucosa en sangre). Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la hiperglucemia fue responsable de 2,2 millones de muertes en 2012.

Esta sustancia suele ser administrada a través de inyecciones con jeringas o plumas de insulina previamente cargados. Ambos métodos buscan imitar la absorción y distribución natural de la hormona en el organismo. No obstante, la inyección continúa siendo la vía de administración más utilizada a nivel mundial.

¿Quién puede aplicar la inyección de insulina?

El médico puede indicarte cómo aplicar una inyección de insulina
Una vez el paciente ha adquirido los conocimientos necesarios, la administración puede hacerse en el hogar.

La diabetes mellitus es una enfermedad crónica que requiere tratamiento durante toda la vida. Por este motivo las personas que padecen esta patología deben participar de forma activa en el tratamiento de la misma. En etapas iniciales, la insulina es aplicada por profesionales de salud en los centros de atención médica. 

A largo plazo, se recomienda la administración de la insulina por los pacientes afectados desde la comodidad de su hogar. De esta manera, se facilita el control de los niveles de azúcar en sangre de forma oportuna, previniendo así la aparición de complicaciones. No obstante, el médico siempre debe guiar, supervisar y asegurar el aprendizaje del paciente.

Estudios establecen que para aplicar de forma correcta una inyección de insulina es necesario conocer a detalle las características del procedimiento y de la sustancia. En este sentido, la persona debe tener en cuenta la forma correcta de almacenamiento, el transporte, la preparación y la administración por pasos de la inyección. 

Descubre más: Complicaciones agudas y crónicas de la diabetes

Materiales necesarios

La colocación de la insulina con jeringa suele ser un proceso bastante rápido y sencillo. Antes de iniciar es fundamental buscar y tener a la mano todos los materiales necesarios. De esta forma, se pueden evitar retrasos en la aplicación y se reduce en gran medida el riesgo de errores.

Insulina

Conocer el tipo de insulina que se va aplicar y la dosis de carga correcta es vital al colocar este tipo de inyección. En la actualidad, existe una vasta lista de preparaciones que varían de acuerdo al tiempo de inicio del efecto y a la duración del mismo.

Algunos estudios clasifican a las insulinas exógenas (provenientes del exterior) como insulinas basales, prandiales y bifásicas o premezcladas.

La insulina U-100 es la forma más común de presentación, la cual contiene 100 unidades de insulina en un mililitro de solución. Sin embargo, también se pueden conseguir formas más concentradas como la U-300 y la U-500. Por este motivo es vital que el médico explique el cálculo y la dosis exacta de hormona que se utilizará.

Jeringa

Las jeringas plásticas de insulina suelen encontrarse en varios tamaños y capacidades. La mayoría suele contener entre 0,3 a 2 mililitros de solución, es decir, entre 30 y 200 unidades de insulina. El llenado va a depender del tipo de insulina, la dosis y los intervalos de administración prescritos por el médico especialista.

Las agujas suelen ser bastantes finas, hasta calibre 31, y pueden conseguirse en diferentes longitudes. Las más utilizadas en adultos oscilan entre 5 y 6 milímetros de largo, sin embargo, en pacientes pediátricos es común utilizar agujas de 4 milímetros.

Alcohol y gasas

Al aplicar una inyección de insulina, es recomendable contar con algunos apósitos o gasas que faciliten la limpieza del área de administración. De igual forma, se debe tener a la mano un frasco de alcohol para realizar la desinfección. En la mayoría de los casos, un pequeño algodón húmedo suele ser suficiente.

Procedimiento para aplicar una inyección de insulina

La limpieza influye sobre cómo aplicar una inyección de insulina
Una buena desinfección de la zona evita la aparición de infecciones.

Antes de iniciar, es vital un correcto lavado de manos con abundante agua y jabón por al menos 60 segundos. De esta forma, se busca limitar y prevenir el riego de complicaciones infecciosas según varias investigaciones.

Se debe examinar el área donde se desea aplicar la inyección de insulina, verificando no poseer moretones, heridas, fisuras o bultos. Una vez se tengan estos aspectos cubiertos, se deben seguir los siguientes pasos:

  1. Remover la tapa del frasco de insulina y limpiar con un algodón o gasa humedecida en alcohol la superficie de goma.
  2. Preparar la jeringa, retirando la tapa y colocando la aguja estéril correspondiente.
  3. Tomar la jeringa e introducir la aguja en la goma del frasco, para luego dar la vuelta al frasco, quedando la aguja sumergida en la solución.
  4. Tirar o retraer poco a poco el embolo de la jeringa hasta que la solución aspirada coincida con la línea de la dosis necesaria.
  5. Pellizcar el área de piel donde se desea aplicar la inyección, levantando un pliegue de piel entre los dedos pulgar e índice.
  6. Tomar la jeringa e introducirla en la piel formando un ángulo de entre 45 y 90 ° entre la aguja y la superficie. De esta forma, se asegura la aplicación en el tejido subcutáneo. No se debe olvidar cerrar el frasco de insulina.
  7. Soltar el pliegue de piel y empujar de forma paulatina el embolo de la jeringa hasta inyectar toda la dosis de insulina.
  8. Se debe esperar entre 5 a 10 segundos antes de retirar la aguja de la piel.
  9. Retirar la aguja suavemente sin frotar o tocar el área.

Al tener la jeringa se debe colocar en un recipiente resistente que luego de un tiempo será desechado en la basura. Se debe asegurar guardar todas las jeringas desechables y las agujas utilizadas en el mismo. No se deben reutilizar las agujas, ya que se corre el riesgo de infecciones y de reducir la eficacia del medicamento.

Quizás te pueda interesar el siguiente artículo: 4 tipos de inyecciones o ángulos de inyección que deberías conocer

¿En qué zonas del cuerpo se puede aplicar?

La administración de la insulina suele realizarse en lugares de fácil acceso para los pacientes. Por lo general, se puede realizar en la parte superior externa del brazo, a nivel del bíceps, o en la parte posterior del mismo. De igual forma, se aplica en la región superior y externa de los glúteos.

Es común realizar la inyección en la parte externa de los muslos o a nivel del abdomen. En estas zonas hay mayor tejido subcutáneo y es más sencillo realizar el pellizco que forma el pliegue. No obstante, al aplicarlo en el brazo no es necesario realizar el pliegue ya que suele resultar más dificultoso para el paciente.

Recuerda rotar el lugar de la inyección

Es recomendable emplear diferentes partes del cuerpo al colocar cada inyección de insulina. De esta forma, se busca evitar la formación de lesiones en el la piel que luego puedan entorpecer el efecto de la insulina. Para ello, se puede elaborar un plan de administración rutinario propio o en colaboración con el médico tratante.

Tambien es aconsejable aclarar todas las dudas acerca del procedimiento, las dosis y el intervalo de administración con el facultativo. Además, si se observa algún síntoma o signo extraño es importante buscar ayuda médica lo antes posible.

La entrada Cómo aplicar correctamente una inyección de insulina se publicó primero en Red De Noticias .



Source link

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *