La vaginosis bacteriana es muy común y en muchos casos se convierte en una infección recurrente en las mujeres en edad fértil. Algunas investigaciones señalan que los probióticos podrían ayudar a evitar la reincidencia.
Algunos estudios recientes han indicado que los probióticos serían una medida complementaria eficaz para aliviar la vaginosis bacteriana. Hay fuertes indicios de que estos componentes ayudarían a reducir la recurrencia de esta infección.
Se estima que entre el 10 y el 50 % de las mujeres en edad fértil presentan vaginosis bacteriana. Asimismo, se ha establecido que la cantidad de lactobacilos en la vagina de quienes tienen esta infección es mucho menor que en las mujeres sanas.
Se sabe que los lactobacilos inhiben el crecimiento de otros microorganismos, incluyendo los patógenos. Además, ayudan a restablecer la flora vaginal. Sobre esa premisa se han adelantado investigaciones que parecen abrir un panorama prometedor.
¿Qué es la vaginosis bacteriana?
La vaginosis bacteriana es una enfermedad ocasionada por el crecimiento descontrolado de patógenos en la vagina. El microorganismo que se encuentra con mayor frecuencia en estos casos es la Gardnerella vaginalis. También son habituales la Prevotella, el Mycoplasma hominis y el Mobiluncus.
Lo cierto es que el alto número de patógenos conduce a una reducción de las bacterias sanas en la vagina. El resultado de esto es un desequilibrio que, en los casos más graves, provoca una reducción de la fertilidad, un aumento del riesgo de aborto espontáneo y un bajo peso al nacer.
En condiciones normales, la mayoría de las bacterias presentes en la vagina son lactobacilos. Estos producen ácido láctico, el cual ayuda a mantener el pH vaginal en niveles normales. Si hay un pH ácido, la salud vaginal se mantiene. Si se vuelve muy alcalino, favorece la proliferación de patógenos.
¿Cómo los probióticos pueden ayudar a tratarla?
Un estudio publicado el 14 de mayo de 2020 en The New England Journal of Medicine encontró que la recurrencia de la vaginosis bacteriana se redujo en un grupo de mujeres tras la inserción de un tipo de probiótico llamado Lactobacillus crispatus (Lactin-V).
El estudio cobijó un total de 228 mujeres. Todas ellas tenían vaginosis bacteriana y recibieron un tratamiento convencional con el antibiótico tópico estándar metronidazol (MetroGel Vaginal). Tras realizar este tratamiento, 152 de estas mujeres recibieron probióticos durante 11 semanas.
Las mujeres restantes recibieron placebos durante ese mismo lapso. Una vez terminada la investigación, los científicos comprobaron que la vaginosis bacteriana fue recurrente en el 30 % de las mujeres que recibieron lactobacilos. En las que habían recibido placebo la recurrencia fue del 45 %.
Otros estudios
La investigación mencionada no es la única que se ha hecho al respecto, aunque sí la más reciente. Hay otros estudios representativos más antiguos que también vale la pena tomar en cuenta. Los siguientes son solo algunos de ellos:
- Centro de Salud Valdefierro, Zaragoza, España, 2013. Esta investigación también llega a la conclusión de que los probióticos contribuyen a reducir la recurrencia de la vaginosis bacteriana.
- BMC Infectious Diseases. Este estudio de 2011 no encontró una variación significativa en la recurrencia con la aplicación de probióticos.
- Plos One. En esta investigación se evidenció que las mujeres tratadas con probióticos tienen una más rápida recuperación de la flora vaginal.
- Archives of Gynecology and Obstetrics. En este estudio se concluye que el uso de probióticos disminuye la reincidencia de la vaginosis bacteriana.
Se cree que aún se requieren nuevas investigaciones con muestras más amplias para corroborar que el efecto positivo de los probióticos en el tratamiento de la vaginosis bacteriana es concluyente.
Otros posibles tratamientos
Dentro de los tratamientos con probióticos se han empleado dos vías: intravaginal y oral. En ambos casos los resultados han sido favorables. En cuanto al tipo de probióticos empleados, hay evidencia de eficacia en los siguientes:
- Lactobacillus rhamnosus GR-1® y Lactobacillus reuteri RC-14®.
- Lactobacillus brevis CD2®, Lactobacillus salivarius FV2®, y Lactobacillus plantarum FV9®.
- Lactobacillus acidophilus GLA-14® y Lactobacillus rhamnosus HN001®.
- Lactobacillus crispatus CTV-05.
Hay que anotar que el tratamiento convencional para la vaginosis bacteriana se lleva a cabo mediante antibióticos. Por lo general, se emplean Metronidazol, Clindamicina y Cloruro de decualinio, en diferentes dosis y según cada caso.
¿Cómo mantener una flora bacteriana vaginal saludable?
Para mantener saludable la flora bacteriana vagina hay dos factores decisivos. Uno es la observación de una dieta adecuada. En general, lo más indicado es reducir el consumo de azúcar. Esto disminuye la cantidad de glucosa excretada a través de la orina, lo cual previene el crecimiento excesivo de patógenos.
El segundo factor es la higiene íntima. Lo indicado es aplicar unas medidas básicas como las siguientes:
- Bañarse a diario los genitales con un jabón adecuado.
- Secarse bien la zona genital, con una toalla limpia.
- Emplear ropa interior de algodón. Es mejor evitar los tejidos sintéticos.
- Durante la menstruación es necesario cambiar la toalla higiénica con regularidad.
- No utilizar ropa demasiado ajustada.
Qué hacer frente a la recurrencia de la vaginosis bacteriana
Cuando la vaginosis bacteriana es recurrente se debe consultar con el médico para que evalúe la situación. Lo usual es que se acuda a un tratamiento convencional combinado con plantas o probióticos para reequilibrar la flora vaginal.
Aunque, como se ha expuesto, los probióticos suelen ser una medida complementaria muy eficaz, también hay casos en los que no se obtienen resultados favorables. De ahí la importancia de mantener el seguimiento médico.